

En un acto en Florencio Varela, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, indicó que el gobierno necesita "ayuda, también de nuestra oposición". Además, se manifestó en contra del “odio, la agresión y la violencia”, al celebrar una nueva entrega de viviendas en Las Margaritas.
En este sentido, explicó que previo a su llegada al gobierno, dicho barrio se encontraba “parado”, al igual que “las escuelas, los hospitales, las rutas prometidas y los famosos y mentirosos 3.000 jardines de infantes, que nunca se empezaron”.
De esta manera, en alusión a la gestión de la exgobernadora bonaerense de Juntos por el Cambio (JxC), María Eugenia Vidal, cuestionó que "venimos de una etapa en donde las cosas se prometían y en los canales de televisión, muchas veces porteños, se decía que se estaba haciendo montón, pero en la Provincia vivíamos una época de muchísimo abandono".
Luego de eso, comparó la situación en la que administró la provincia de Buenos Aires la líder opositora con la que le tocó al Frente de Todos (FdT) y fue entonces cuando pidió la colaboración de su principal rival político.
"Quienes no tuvieron ni pandemia ni guerra, y así y todo rompieron todo, me parece que hoy deberían tener un poco más de humildad. A veces ellos nos dicen barbaridades a nosotros y yo no quiero decir ninguna barbaridad", expresó.
"Solamente les pido respeto a un pueblo que sufrió sus políticas. Les pido conciencia y responsabilidad cuando se ponen a hablar desde la tele y coherencia cuando vienen a decir que van a hacer lo contrario a lo que hicieron cuando tuvieron la oportunidad", sostuvo.
También añadió que "no pido nada más que eso. Nosotros no somos del odio, ni de la agresión ni de la violencia. Vivimos cuatro años de esas desgracias y hoy necesitamos ayuda, también de nuestra oposición".
Al finalizar el discruso, Kicillof destacó el avance de su administración sin “promesas” de por medio y afirmó en ese sentido que "además de escuelas nuevas, además de los jardines y de todo lo que vamos a hacer, estamos haciendo lo que no hizo nadie, que es arreglar todas las escuelas por adentro. Donde no se ve, donde no se corta cinta y donde afuera quizá no se sabe de ese trabajo, como con el sistema de salud, que estaba devastado".
"Ha sido un esfuerzo enorme y sabemos que hay mucha dificultad y mucho por hacer, pero no tenemos que dejar que esos sacrificios y el trabajo hecho hasta ahora nos lo tiren a la basura", concluyó.
dib