Se terminaron los subsidios a los transportes

La situación del transporte público en Argentina atraviesa un momento crítico, con una combinación de factores que afecta tanto a empresarios como a trabajadores y usuarios. La Unión Tranviarios Automotor (UTA) amenazó con un paro, mientras que los usuarios enfrentan un significativo aumento en el costo del boleto y el gobierno de Javier Milei anunció un recorte de subsidios al transporte.

La semana comenzó con la amenaza de un paro de la UTA que afectaría a los servicios de corta y media distancia fuera del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), debido a reclamos salariales que se arrastran desde diciembre y que fueron intervenidos por una conciliación obligatoria.

Este contexto se agrava con el aumento del costo del boleto, generando una doble presión sobre los usuarios del transporte público. Sin embargo, la situación empeoró aún más con el anuncio del gobierno de Javier Milei sobre la reducción de los subsidios al transporte.

La Secretaría de Transporte informó que el gobierno nacional reducirá los subsidios a las empresas prestadoras de servicios de transporte, concentrando la ayuda directamente a los usuarios más necesitados a través del sistema SUBE. Esta medida impactará a nivel nacional, incluyendo el AMBA, donde se dará fin al congelamiento de tarifas en trenes y colectivos para líneas de jurisdicción nacional.

En el interior del país, la eliminación del Fondo Compensador del Interior, que anteriormente transfería la Nación a las provincias para aplicar subsidios, también contribuirá al ajuste en el transporte público.

El gobierno argumenta que esta medida está en línea con el Pacto Fiscal firmado entre Gobernadores Provinciales y el Gobierno Nacional en 2017 y 2018, durante la gestión de Mauricio Macri, que establece la eliminación progresiva de los subsidios diferenciales.

Desde ahora, los únicos subsidios del gobierno se canalizarán a través de la tarjeta SUBE, cubriendo el 55% del precio del boleto, con el objetivo de beneficiar de manera directa a los ciudadanos que más lo necesitan.

Sin embargo, la implementación de esta medida plantea desafíos, ya que esta semana se observaron largas filas para registrar las tarjetas SUBE y dificultades para cargar crédito, debido a los límites diarios impuestos en los locales habilitados.