

En una jornada llena de emociones, la clausura de La Bombonera se convirtió en el desenlace sorpresivo después de que Argentina recibiera a Uruguay en el emblemático estadio en el marco de la quinta fecha de las eliminatorias para la Copa Mundial.
A pesar de la derrota 2-0 sufrida por Argentina a manos de Uruguay, el foco de la atención se trasladó a la clausura del estadio por parte de la agencia gubernamental de control del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA). La medida, que según el comunicado del Club Atlético Boca Juniors se basa en la supuesta superación de la capacidad máxima del estadio, ha generado polémica y acusaciones de animosidad contra la institución.
Boca Juniors, anfitrión del evento, expresó su orgullo por recibir a los campeones del mundo en un ambiente festivo y con normalidad. A través de un comunicado oficial, el club sostiene que, a pesar de no haber excedido la capacidad máxima de La Bombonera, la agencia gubernamental decidió clausurar el estadio al concluir el encuentro.
"Orgullosos de haber recibido en casa a los campeones del mundo en un clima festivo y con total normalidad, el Club Atlético Boca Juniors comunica que, a pesar de no haber superado la capacidad máxima del estadio, la agencia gubernamental de control del GCBA decidió, finalizado el encuentro, la clausura de La Bombonera por alegar que se había superado su capacidad de aforo", expresó el comunicado de Boca Juniors.
El club sugiere que esta acción evidencia animosidad contra la institución, alegando que este no es un incidente aislado, sino que se suma a una serie de situaciones similares ocurridas a lo largo del año.
En medio de la controversia, La Bombonera, uno de los estadios más icónicos del fútbol argentino, queda temporalmente cerrada, dejando a los fanáticos y al Club Atlético Boca Juniors a la espera de futuras decisiones y aclaraciones por parte de las autoridades pertinentes.