Entrevistas | 14 abr 2023
EMO
“Lo mejor de la profesión es lo gratificante que te da”
Rubén Terán se desempeña desde 2004 en EMO como paramédico. En diálogo con OlavarríaHoy recordó anécdotas, la influencia de la tecnología, y explicó cuál es la importancia de su trabajo.
Rubén Terán es enfermero profesional, y hace casi 20 años que se desempeña como paramédico en Emergencias Médicas Olavarría (EMO), ocupando el puesto de coordinador. Previamente, trabajó en la guardia y en terapia intensiva del Hospital Municipal, y en el Instituto Médico. También, estuvo dos años en el Hospital de Sierras Bayas.
El inicio en la empresa lo describió como “toda una experiencia nueva”. Arrancó haciendo traslados locales, enfermería a domicilio, hasta que luego de un año y medio, pasó a emergencias en ambulancia.
Las anécdotas en este tipo de trabajo son miles, abundan. “Te puedo comentar una: trabajaba en el hospital de Sierras Bayas, y a las 6 de la mañana me llaman para una emergencia en Calera, donde había que subir 30 metros por una escalerita. No teníamos datos del paciente, y cuando llegamos tenía amputada una pierna. Estábamos el médico y yo, solos. Empezamos a trabajar entre la cal, hasta que llegó bombero, porque era imposible bajarlo. Lo que más gratificante de esto es que hoy lo cruzo por la calle a este chico y me saluda”, contó Rubén en diálogo con OlavarríaHoy.
Por otra parte, reconoció que el avance de la tecnología ha influido en su labor, particularmente en las condiciones de comunicación, haciéndola más fluida sobre todo arriba de la ambulancia. “Antes se manejaba todo con Handy, y ahora es por Watshapp, para pedir un ingreso o lo que sea. Te vas acostumbrando a medida que pasan los años, porque si no te adaptas, quedas fuera del sistema”, explicó.
Asimismo, Rubén reconoció que una arista fundamental de su trabajo es actuar en equipo: “es como una pendiente, donde se cae uno, cae todo”, sostuvo. Y añadió: “Se trabaja tanto el médico como el paramédico. Y se conocen tanto que ya en una emergencia, no se hablan, ya saben lo que tienen que hacer cada uno”.
Para ser paramédico “tenés que sentirlo. Si no lo sentís, no servís. Es algo que te tiene que gustar”, admitió Rubén. Aunque reconoció que también hay momentos difíciles en los que se siente agotamiento mental, “te agotás a la noche pero a la mañana ya arrancás de nuevo”, dijo.
La satisfacción y la gratificación son palabras que se repitieron a lo largo de toda la conversación. Para el profesional, lo mejor que te da el trabajo es “lo gratificante”. “Gente que pasa y te dice, ‘vos fuiste a mi domicilio, ¿te acordás? Uy, mi mamá está agradecida con vos’. Son todas esas cosas que a uno lo marcan, que te dice bueno, en vano no tengo mi profesión”, finalizó.