jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº575

Locales | 22 mar 2023

“En Olavarría hay disponibilidad de agua pero en algún momento podemos tener menor acceso”

Así se refirió el Ingeniero Mario Alonso, en el marco del Día Mundial del Agua. Además, explicó cuáles son los desafíos de cara al 2030 y qué rol ocupa la formación de recursos a la hora de acercar soluciones.


Cada 22 de marzo, se conmemora el Día Mundial del Agua, como una manera de concientizar sobre su uso racional y cuidado, teniendo en cuenta que es un recurso natural muy explotado. Este año, Naciones Unidas eligió como lema “Acelerando el cambio”, en sintonía con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 que propone garantizar el agua potable limpia e instalaciones sanitarias en cada rincón del planeta.

En ese marco, el Ingeniero Marco Alonso sugiere que primero hay que pensar en las canillas antes que en los ladrillos a la hora de asumir el acceso al agua potable y al saneamiento como claves para mejorar otros aspectos del desarrollo humano como la salud. Ahora bien, ¿cuál es la situación de Olavarría y qué papel juega la Ingeniería Civil?

En Olavarría hay disponibilidad de agua pero en algún momento podemos tener menor acceso porque es un hecho que el crecimiento demográfico va generando una impermeabilización de las superficies que, junto con la deforestación, termina complicando la recarga de las napas”, reflexionó el Ing. Alonso, con amplia trayectoria académica y cuarenta años de tarea docente en la Facultad de Ingeniería de la UNICEN.

Por otra parte, se refirió al problema de acceso al agua que tiene parte de la población mundial. “Un 40% de la población mundial tiene problemas para tener acceso al agua potable, que a su vez está planteada como un derecho humano. Los ingenieros sabemos lo que tenemos que hacer pero no siempre se planifica como corresponde respecto del crecimiento de las ciudades. Es más difícil plantear obras después, si antes no hubo planificación”, advirtió el profesional.

Cada 22 de marzo, se conmemora el Día Mundial del Agua, como una manera de concientizar sobre su uso racional y cuidado, teniendo en cuenta que es un recurso natural muy explotado. Este año, Naciones Unidas eligió como lema “Acelerando el cambio”, en sintonía con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 que propone garantizar el agua potable limpia e instalaciones sanitarias en cada rincón del planeta.

En ese marco, el Ingeniero Marco Alonso sugiere que primero hay que pensar en las canillas antes que en los ladrillos a la hora de asumir el acceso al agua potable y al saneamiento como claves para mejorar otros aspectos del desarrollo humano como la salud. Ahora bien, ¿cuál es la situación de Olavarría y qué papel juega la Ingeniería Civil?

En Olavarría hay disponibilidad de agua pero en algún momento podemos tener menor acceso porque es un hecho que el crecimiento demográfico va generando una impermeabilización de las superficies que, junto con la deforestación, termina complicando la recarga de las napas”, reflexionó el Ing. Alonso, con amplia trayectoria académica y cuarenta años de tarea docente en la Facultad de Ingeniería de la UNICEN.
Por otra parte, se refirió al problema de acceso al agua que tiene parte de la población mundial. “Un 40% de la población mundial tiene problemas para tener acceso al agua potable, que a su vez está planteada como un derecho humano. Los ingenieros sabemos lo que tenemos que hacer pero no siempre se planifica como corresponde respecto del crecimiento de las ciudades. Es más difícil plantear obras después, si antes no hubo planificación”, advirtió el profesional.

En esa línea, dijo que en el ejercicio profesional, la gestión del agua requiere de “observar el problema, planificarlo, hacer un desarrollo y mantenerlo. Pero si no tratamos los residuos posteriores al consumo del agua, sea industrial o humano, estaremos contaminando el agua futura. Por eso todo debe hacerse de manera integral y que pueda recircular”.
Nuevamente haciendo mención a Olavarría, observó que en nuestra ciudad “tomamos agua de las napas. Los acuíferos se alimentan de lluvias. En épocas extendidas de sequía, con La Niña, la napa no se recarga lo suficiente y nos acostumbramos a la disponibilidad del recurso quizás en exceso. Hay que encontrar la conducta para que el agua esté para todos y no haya zonas sin posibilidad de tenerla. Es clave la distribución.”
 Por otra parte, sostuvo que hay que “concientizar a los ciudadanos para que no se malgaste, que se use racionalmente. Hay campañas pero es clave señalar que si bien no se está gastando de más llegará un momento en que se va a poder gastar lo que haya”. “El Estado tiene que planificar y, cuando crece la parte demográfica, debe tener en cuenta la disponibilidad existente para abarcar lo que se está planteando”, añadió.
Al desarrollo urbanístico hay que sumarle los condicionantes más globales que pueda generar la crisis climática: “Quizá sea a largo plazo pero ya se amplió el período de La Niña y estaremos en problemas en un futuro no tan lejano”, advirtió.
Frente a ese escenario, se requiere de “una acción rápida del Estado para generar conciencia de que en algún momento podremos tener menos agua que hoy”.

Por eso hoy, desde la Ingeniería Civil, es necesario “planificar” y en medio de ese escenario “la formación y transferencia de conocimientos es clave”, enfatizó el Ing. Alonso, que cada año tiene aulas que promedian los 60 estudiantes, donde hay un 30 a 35% de mujeres.
Todavía falta bastante para que los ciudadanos tengan conciencia de que el agua es un recurso agotable. La ingeniería química también es importante por el seguimiento de la calidad del agua, tratando de avanzar sobre procesos de mejora del agua residual”, finalizó.

FIO

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