La encuesta del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) sobre el panorama del empleo en la Argentina en el 2018, revela que el 49,3% de la población activa se encuentra ocupada en el sector micro-informal de la estructura productiva. Dentro de este grupo de argentinos, el 81,7% tiene un empleo de baja calidad, el 75,9% carece de aportes del sistema de seguridad social y en promedio recibe salarios de 10.283 pesos mensuales, un sueldo que sitúa a un jefe de hogar al borde la pobreza.
“El parate en el mercado laboral, sumado a la crisis cambiaría y a la inflación generaron en los últimos años un incremento del mercado laboral informal”, señaló Eduardo Donza, el investigador a cargo del trabajo de la UCA sobre la situación laboral en la Argentina.
La clase media es la más golpeada, en el 2017 había un 13% con empleos no registrados y en 2018 aumento al 17% del universo de los trabajadores de empleos informales. En tanto, refiriéndose a la brecha salarial entre el trabajo formal y “en negro”, mientras una persona con empleo registrado gana 24.985 pesos mensuales promedio, el empleado de la economía informal solo obtuvo $10.283.
En los últimos meses del 2018, los ocupados en el sector público representaban el 14,9% (incluidos tanto a los empleados que cubren las necesidades operativas del Estado como a los trabajadores que contraprestan en los programas del empleo directo), y solo el 35,8% de los ocupados realizaban actividades en el sector privado formal (actividades laborales profesionales o en unidades económicas de media o alta productividad e integradas a los mercados formales).
El estudio que realizó el Observatorio de la Deuda Social de la UCA sobre Heterogeneidad y fragmantación del mercado de trabajo en Argentina, se hizo sobre 5.800 casos en aglomerados urbanos con 80.000 habitantes o más en todo el país.