El ex intendente Ezequiel Galli, hoy funcionario nacional en el gobierno de Javier Milei, se perfila como el elegido para encabezar la lista al Senado provincial por la Séptima sección en las elecciones del próximo 7 de septiembre, en el marco de una acuerdo de La Libertad Avanza con el macrismo residual de la provincia de Buenos Aires.
Aunque el desembarco formal todavía no se oficializó, en los hechos ya opera como un acuerdo cerrado entre las alturas. Es Sebastián Pareja, armador bonaerense de La Libertad Avanza, quien motoriza la candidatura del ex jefe comunal, como una forma de reordenamiento del esquema de poder local.
Con un perfil más técnico que político, Galli fue durante años una figura central del PRO, cercano a Diego Santilli. Tras perder la reelección en 2023 y quedar en tercer lugar en su ciudad, supo reconvertirse con rapidez: no solo se integró al esquema nacional libertario, sino que ahora logró posicionarse como el nombre de consenso en un espacio atravesado por disputas y tensiones internas. El aval de Pareja terminó de sellar un movimiento que promete impacto más allá de Olavarría.
Una pieza clave en este armado es Hilario Galli, primo del ex mandatario y actual referente decisivo en el Concejo Deliberante local, desde dónde mueve con firmeza los hilos del bloque libertario local, lo que le da a Ezequiel una base sólida de apoyo territorial. En una escena marcada por la fragmentación, esa estructura ordenada se convirtió en una ventaja competitiva.
Hasta hace semanas, las versiones que daban por confirmada la candidatura de Galli generaban resistencia. Hoy, con el acuerdo ya encaminado y con figuras clave del esquema bonaerense alineadas a su proyecto, el panorama cambió drásticamente. Las gestualidades recientes muestran un escenario casi definido, donde la mayoría de los actores empiezan a tomar nota del nuevo orden, con tiempos que claramente se aceleraron después de las debacle del PRO en la elección porteña.
Además, una candidatura al senado provincial representa una revancha personal para Galli, apuntado como el responsable de perder uno de los 3 senadores que históricamente lograba la alianza entre el PRO y el radicalismo.
Si bien es cierto que algunos referentes del macrismo den la Séptima, que se ven desplazados o sin lugar en el nuevo tablero evalúan tomar distancia del armado, es evidente que las mayores tensiones se van a dar hacia el interior del frente libertario, ya que una lista encabezada por el ex jefe comunal relega fuertemente al espacio vecinalista de Celeste Arouxet, la primera en sumarse a la motosierra de Milei, incluso en contra de quien hoy podría convertirse en su referente seccional.
Lo cierto es que, en medio de una interna convulsionada, Ezequiel Galli logró consolidarse como el gran ordenador del espacio en la Séptima sección, incluso sin haber sido nunca un armador exitoso en el plano seccional. Esta vez, parece haber aprendido de los errores pasados. Y, en un ecosistema donde la fragmentación es la norma, tener estructura, acuerdos y manejo territorial puede ser suficiente para marcar el rumbo.