El Jardín de Infantes Municipal “Belén” celebró sus 45 años en la tarde de este lunes, con un acto que contó con la presencia de autoridades municipales, educativas, docentes, ex docentes, directivos, estudiantes y ex estudiantes.
Además de la ceremonia, hubo propuestas artísticas y lúdicas para completar una jornada emotiva y distendida.
El Subsecretario de Cultura y Educación del Municipio, Diego Lurbe, indicó que “se trata de un espacio donde las niñeces transitan con mucho amor y cariño, con docentes muy dedicadas que aportan herramientas importantes para el desarrollo infantil y su posterior tránsito en la escuela primaria”.
A su vez, Lurbe afirmó que “se está muy cercano a las familias de todos los niños y se trata de acompañar cada situación a través de la intervención de diferentes áreas del Municipio y/o instituciones”.
El jardín fue fundado por la Iglesia Cristiana y Misionera el 17 de marzo de 1980, la cual funcionó en el centro de la ciudad de Olavarría, con el Pastor Carlos Manuel Reyes al frente de la institución.
En dependencias de esa iglesia funcionó el jardín, con la primera guardería en nuestra ciudad hasta el año 1987. En el transcurso de ese año, cedió la propiedad a la Municipalidad por razones económicas.
Oportunamente, se realizó un estudio de la comunidad con el fin de determinar una nueva ubicación del establecimiento en un sector de la ciudad en la que cubrieran las necesidades de un servicio educativo de nivel inicial. El diagnóstico realizado arrojó la zona de la escuela N°22, el anterior llamado Barrio Matadero.
En el año 1987 se inauguró el nuevo edificio, donde aún funciona actualmente, en Av. Emiliozzi 5806. El establecimiento recibe cada año a niños y niñas de 3 a 5 años pertenecientes a los barrios Belén, Matadero, Isaura, Eucalipto y Cuarteles.
Brinda servicio de comedor escolar y copa de leche, además de un gran trabajo social y pedagógico que las docentes realizan diariamente con la pasión por enseñar que las caracteriza.
Hoy en día, se afirma como una institución referente en la zona, donde se proponen experiencias de aprendizajes transformadoras a través de un ambiente seguro y afectivo para el desarrollo de las infancias.