El proyecto cuenta con la colaboración del grupo de fanáticos que se encargará de entregar las credenciales a particulares y clubes en todo el país.
“Sabemos que el Fitito es un sentimiento nacional, que representa el esfuerzo, la familia y los buenos momentos a lo largo de los años. Por eso, quisimos ir más allá”, indicaron desde la organización a través de su sitio web, donde se detalla cómo acceder al DNF.
Aunque en Argentina solo se crearon 300 mil unidades de este modelo entre 1960 y 1982, la cifra bastó para que se convirtiera en un símbolo indiscutido de la industria automotriz con identidad propia. “Los únicos requisitos son amar a estos pequeños gigantes y tener tu Fiat 600 en proceso o terminado, sin importar si todas sus autopartes son originales”, escribieron también en la red social Instagram.
Para obtener el DNF, el Museo del Fitito de Caseros insta a seguir un simple trámite online. Se debe ingresar al siguiente link https://www.tresdefebrero.gov.ar/museofitito3f/, donde se podrá acceder a un formulario en el que es necesario completar los siguientes datos: nombre y apellido del propietario, dominio, provincia de radicación, modelo, año de fabricación, color, mail y número de celular.
Si bien la historia cuenta que las primeras unidades del Fiat 600 comenzaron a verse en las calles argentinas a partir de 1958, la automotriz italiana inauguró en 1960 su planta en El Palomar, provincia de Buenos Aires, desde donde, el 8 de abril de ese año, salió el primer 600 nacional, aunque con la mayoría de las piezas importadas de Italia.
Durante las décadas del ‘60, ‘70 y ‘80, se adaptó a las necesidades de los ciudadanos locales con la fabricación de diferentes versiones para su uso en la ciudad y las rutas. A lo largo de sus 22 años de producción, los ejemplares fabricados en el país se metieron de lleno en el corazón de varias generaciones de argentinos para construir historias personales y familiares que lo tuvieron de protagonista. (DIB) FD