En la provincia de Buenos Aires se desplomó la industria automotriz durante los primeros meses de la gestión de Javier Milei. Después de un año récord en 2023 y con varias empresas anunciando expansiones, la industria ha sufrido una caída interanual del 21% en enero de 2024, dejando varias plantas detenidas.
Según reveló el ministro de Economía y Finanzas, Pablo López, esta situación ha dado lugar a lo que él describe como un "apagón industrial", comparándolo con la crisis del 2001. López destacó que la producción de utilitarios ha sufrido la mayor caída, disminuyendo un 25% en comparación con enero de 2023, lo que equivale a casi 3.400 unidades menos. En 2023, la producción acumulada de utilitarios alcanzó su punto máximo histórico, con 287 mil unidades.
La Asociación de Fábrica de Automotores (ADEFA) reconoció la tendencia a la baja, atribuyéndola a un "proceso de ordenamiento macroeconómico que impacta en el mercado interno", según el presidente de la asociación, Martín Zuppi.
La paralización de las plantas automotrices en la provincia de Buenos Aires, incluyendo a gigantes como Toyota y Volkswagen en Zárate y General Pacheco, ha generado preocupación entre los trabajadores del sector. Otras compañías, como General Motors, Renault y Nissan, han extendido sus períodos de vacaciones hasta marzo. Sin embargo, GM, que produce para la marca Chevrolet, ha reanudado su producción.
Las empresas han señalado problemas como la escasez de insumos, un problema heredado que se ha visto exacerbado durante la actual gestión, además del colapso del mercado interno. A pesar de que muchos de los automóviles fabricados en el país están destinados a la exportación, la dramática caída en los números en tan solo tres meses de gobierno ha encendido las alarmas entre los trabajadores.