El intendente Ezequiel Galli, se manifestó en sus redes sociales a favor del gobernador de Jujuy Gerardo Morales, en medio de una situación de extrema tensión en esa provincia del norte, con fuerte represion policial, una veintena de detenidos y varios heridos, como consecuencia de una fuerte protesta en contra de una reforma constitucional.
"Fuerza Gerardo Morales repudio y solidaridad desde Olavarría, en este intento de golpe a un gobierno democrático", tuiteó el jefe comunal en respuesta a un posteo del propio gobernador en la que hace responsable de la represion al gobierno nacional, a pesar de que fueron las fuerzas provinciales las que avanzaron con gases lacrimógenos y balas de goma contra la multitud.
La calificación de "golpe" y/o desorden democrática, fue la elegida por los intendentes del PRO para bancar la represión, responsabilizando al kirchnerismo, al que acusan de enviar manifestantes desde otras provincias para sostener el conflicto que lleva mas de 15 días, primero por las protestas de los docentes que reclaman una recomposición salarial y luego por le reclamo de otros sectores gremial y de los pueblos originarios que con la nueva carta magna ven vulnerados sus derechos.
En el mismo sentido que Galli se había manifestado su par de Pinamar, Martín Yeza, que aseguró que lo que llaman represión "se llama orden y es lo que hace progresar a los países", en una extraña parabola que equipara el progreso con la violencia, el no respeto a las libertades y garantías constitucionales y la criminalización de la protesta social.
Los relatos de la represión
En redes sociales y algunos pocos medios de comunicación, se multiplican los relatos de manifestantes que se identifican como docentes, trabajadores e integrantes de pueblos originarios, que relatan en primera persona la violencia policial frente a cualquier tipo de manifestación pública en contra de la nueva constitución provincial, que fue aprobada entre gallos y medianoche y sin que se conocieran los detalles de las reforma.
Incluso un turista contó como fue violentamente detenido por el solo hecho de acercarse hasta un uniformado para preguntarse si era conveniente o no seguir transitando por la ruta teniendo en cuenta que por delante habia varios piquetes. “Me agarraron entre dos policías de una manera muy violenta, me encerraron dentro de un camión", explicó el joven.
"Lo único que me acuerdo es que había una abogada me preguntaba mi nombre y apellido. En ese momento, cuando estoy diciendo mi nombre, uno de los policías me tapa la boca, me meten para dentro y cierran la tela del camión”, siguió relatando la víctima de la represión, que debió pasar un día entero en la cárcel de Alto Comedero, sin motivo alguno para su detención.
“Nunca me dijeron que era lo que había pasado, pero adentro en el servicio penitenciario, algunos efectivos policiales me sugirieron que me la tenía que bancar porque había caído en la volteada", contó en diálogo con medios de comunicación.