La FIO validará este año su sello de calidad a nivel nacional e internacional

La Facultad de Ingeniería, que tiene 53 años de historia y una matrícula de 1800 estudiantes, enfrentará este año una doble mesa de examen: por un lado, se someterá a la acreditación obligatoria de sus carreras de grado a nivel nacional y, en segunda instancia, buscará validar en forma voluntaria su sello de calidad educativa a escala Mercosur. La institución cuenta con la ventaja comparativa de estrenar los planes de estudio que redefinió en 2022 con el objetivo de actualizar saberes académicos e incorporar competencias blandas que resultan determinantes en el ejercicio profesional.

El desafío de esta evaluación es probar la calidad educativa a partir de procesos de mejora continua y la FIO lo experimentará por tercera vez. En esta oportunidad, la intención será acreditar las carreras de ingenierías Civil, Industrial, Electromecánica, Química y en Agrimensura bajo nuevas pautas de acreditación.

.En esta edición, se han incluido “estándares de segunda generación” que se constituyen en “un avance sustantivo” al proponer un “cambio paradigmático” en la formación de ingenieros haciendo eje en el proceso de enseñanza y aprendizaje de cada estudiante, con la expectativa de “desarrollar y fortalecer las competencias esperadas en el graduado” respecto del “saber hacer, en el aplicar los contenidos conceptuales a situaciones problemáticas reales, contemplando tanto aspectos tecnológicos como sociales, políticos y actitudinales”, según destacó la Ing. Isabel Riccobene, Secretaria Académica de la Facultad.

El proceso se llevará a cabo puertas adentro pero también de cara a la comunidad donde los/as alumnos/as realizan sus prácticas profesionales supervisadas en la etapa final de su formación y por eso, adimitió Riccobone “queremos compartir con todos ellos este proceso que esperamos sea exitoso”.

Por otra parte,  la FIO buscará obtener acreditación internacional a través del ARCU-SUR, un Sistema de Acreditación Regional de carreras universitarias para el Mercosur y Estados Asociados donde participan Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Chile, Venezuela, Colombia y Ecuador.

Esa evaluación “ofrece garantía pública entre los países de la región, del nivel académico y científico de las carreras acreditadas. El reconocimiento no confiere de por sí el derecho al ejercicio profesional en los demás países” sino que contempla un “criterio común para articular con programas regionales de cooperación (vinculación, fomento, subsidios, movilidad de alumnos y docentes, entre otros), con valioso impacto sobre los Sistemas de Educación Superior en su conjunto”, apuntó la Secretaria Académica.