

Tras meses de espera, finalmente se conocieron los resultados del ADN que confirman que los restos humanos hallados en inmediaciones del Gauchito Gil pertenecen al militar retirado.
La confirmación fue dada por la prueba de ADN practicada a la hija del militar retirado, Carla Cordero, la cual fue necesaria para determinar la identidad de los restos que no pudieron ser identificados.
Carlos Cordero desapareció el 26 de junio pasado. A la madrugada siguiente, su auto apareció prendido fuego en el barrio Coronel Dorrego, sobre Colón y calle 5.
Por el extraño caso se inició una investigación para encontrar al hombre que había salido a trabajar y nunca más tuvo contacto con su familia. Diversas fuerzas policiales colaboraron en la búsqueda, incluso un helicóptero de la Policía Bonaerense que se sumó a los rastrillajes.
A una semana de la desaparición el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires oficializó una recompensa de entre 200 y 300 mil pesos a quien aporte información fehaciente que contribuya a determinar su paradero.