

En el marco de las actividades solidarias que se destinan a la comunidad, personas privadas de la libertad de una cárcel de Sierra Chica elaboraron más de 1200 facturas para un Encuentro Provincial de Talleres Protegidos que se realizó en Olavarría y para el Jardín Infantes “Belén” también de nuestra ciudad.
La experiencia solidaria se desarrolló en la Unidad 2 del Servicio Penitenciario Bonaerense mediante el Programa “Más trabajo, menos reincidencia” que impulsa el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires.
En este sentido, las instituciones acercaron la materia prima y solicitaron la colaboración de los internos para la elaboración del panificado. Para llevar adelante esta labor trabajaron diez personas bajo la dirección del Agente Marcos Patiñano que es el maestro panadero y pastelero.
“Fue un día donde la sincronicidad fue clave. Cada vez que nos toca realizar una elaboración con pedido de donaciones, siempre los internos se comprometen mucho y se van organizando previamente para cumplir además con sus actividades cotidianas como lo es la elaboración del pan para la población de las Unidades Penitenciarias de la zona y también para poder cumplir con la donación”, explicó Patiñano.
Durante el proceso de producción, se tomaron todos los recaudos de bioseguridad establecidos en los protocolos y fueron autorizadas por la Subdirección General de Trabajo Penitenciario.
El Presidente de Talleres Protegidos Olavarría, Alberto Muia, junto a Raúl Fernández, colaborador de la institución, retiraron las facturas que fueron entregadas en el Encuentro Provincial.
Miriam Diori, del Taller Protegido “Crecer juntos”, fue parte de la organización del evento y explicó que “en total le servimos el desayuno a 800 personas con las facturas que hicieron en el penal. Fue la edición 28 de este encuentro y por primera vez se hizo en Olavarría con total éxito. La organización estuvo también a cargo de Rosita Muia y Rosana Donegana de Crecer Juntos”.
Los Talleres Protegidos trabajan en la comunidad con el fin de incluir social y laboralmente a jóvenes y adultos con discapacidad. Se trata de organizaciones no gubernamentales que desarrollan actividades productivas y de prestación de servicio que se sustentan con lo recaudado en su comercialización.
Para los directivos de la Unidad 2, estos trabajos solidarios representan una manera de acercarse y sumar un granito de arena a las instituciones y a la sociedad, además de brindar un espacio de práctica laboral para los internos que participan en cada propuesta. En este caso trabajaron personas que previamente fueron capacitados en panadería y pastelería.