

Luego de recibir información sobre el suicidio de un joven y una denuncia por abuso sexual contra otro, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), en su carácter de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, realizó una inspección a la Comunidad Terapéutica Cumelén donde realizaron entrevistas de confidencialidad con los jóvenes que permanecen alojados en el lugar, revisaron sus legajos e historias clínicas y relevaron las condiciones materiales de todas las instalaciones.
Desde la entidad, indicaron que “este trabajo permitió constatar la existencia de graves violaciones a los derechos humanos que ponen a los jóvenes allí alojados bajo padecimientos crueles que persisten de manera sistemática” y agregaron que “entre los más significativos se encuentra la ausencia de dispositivos que permitan contener los intentos de suicidio, algo especialmente grave si se considera que la mayoría de los entrevistados manifestó haber tenido intentos de suicidio y/o haberse provocado autolesiones. También se pudo constatar el caso de otro joven que fue víctima de abuso sexual mientras se encontraba bajo los efectos de una sobremedicación que lo paralizó completamente”.
Además, manifestaron que “a estas graves situaciones se suman también la violencia sistemática que los jóvenes reciben por parte de los operadores y autoridades de la comunidad, bajo agresiones físicas directas como modo de castigo o porque incitan a las peleas entre los propios internos”.
“El régimen de vida es extremadamente violento y punitivo, atravesado por la lógica del castigo y la despersonalización. No hay distinciones entre mayores de edad y niños, estando todos alojados en conjunto. Tampoco se evidencia un abordaje personalizado, humanizado y/o en vinculación con las trayectorias de vida de los jóvenes y la posibilidad de trabajar en conjunto en la realización de un proyecto de vida posterior al alojamiento en Cumelén. Al contrario, todos los jóvenes atraviesan el mismo mecanismo de intervención independientemente del grado de problemática con el que ingresaron a la comunidad”, explicaron desde la CPM.
Asimismo, también indicaron que constataron graves deterioros edilicios, falta de vestimenta adecuada, escasa y deficiente alimentación y el casi nulo acceso a la salud en jóvenes.
Por la gravedad de los hechos, la CPM envió una nota al Organismo Provincial de Niñez y Adolescencia (OPNyA) en la que solicitó una intervención urgente y una inmediata clausura del lugar. La nota fue acompañada por un informe detallado de cada una de las situaciones relevadas junto con imágenes tomadas durante la inspección. El Organismo intervino de manera urgente disponiendo el realojamiento de los jóvenes en otros establecimientos.
También puso en conocimiento de esta situación al Comité Nacional de Prevención de la Tortura, al Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires y a la Defensoría de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de la Nación.