Ola Rosa cumplió su sueño: remarán en equipo con su propio bote dragón

"Tenemos una felicidad total y eso es gracias al esfuerzo compartido y al aporte de todos y cada uno de ustedes que nos apoyaron, nos acompañaron, nos motivaron y nos permitieron reunir los fondos que necesitábamos". Con estas palabras, las integrantes de Ola Rosa celebraron una gran noticia con la comunidad. Cumplieron su sueño y ahora remarán en equipo con su propio bote dragón.

Se fijaron este objetivo hace años. Y lo consiguieron. En medio hicieron rifas, shows, campañas, plantaron árboles, colaboraron con su testimonio en instituciones, crecieron como agrupación, consiguieron su personería jurídica y se ganaron el cariño de toda la gente.

La embarcación no sólo sirve para seguir afianzando al grupo, permite también la continuidad del tratamiento en la lucha contra el cáncer de mama. "Muy prontito estará en Olavarría para empezar a disfrutarlo y a ponerlo al servicio de tantas mujeres sobrevivientes que se encuentran en recuperación de sus tratamientos", expusieron con la emoción propia de semejante logro.

La técnica Bote Dragón es una variante del remo que propone movimiento cíclicos y repetitivos del paleo que actúan como drenaje linfático natural al prevenir el linfedema post mastectomía, una hinchazón en el brazo que puede aparecer tras extirpar ganglios linfáticos como parte del tratamiento oncológico. De allí que representa un elemento fundamental para quienes atraviesan el cáncer de mama y están en período de recuperación.

La agrupación comenzó a gestarse en 2018 y tomó su mayor impulso hace dos años. Meses atrás lograron ser asociación civil y ya tienen su número que la identifica.

Ola Rosa nació "como idea de tres compañeras que se unieron a un proyecto que es mundial y de a poco fueron convocando gente". El primer tramo de esa recuperación tuvo como escenario el Parque Helios Eseverri. Después empezaron a familiarizarse con los kayak dentro de una pileta de natación para aprender a subir, a darse vuelta, a reiniciar la subida, etc.

Con el tiempo adquirieron técnicas de remo fuera del agua, en sillas y con palos de escoba como si fuera el remo. Hoy, casi cinco años después, el crecimiento de la agrupación es evidente y el sueño del bote dragón está cada vez más cerca.

Primero fue el Club Estudiantes el sitio de cada remada, un hábito que no es obligatorio pero que sirve de modelo de aquello que puede lograrse en base al deporte. Más tarde fue el grupo Remada Verde el que prestó su colaboración y aportó sus kayak para que la actividad no frene.

Ahora, desde Ola Rosa todo es celebración. "Tenemos Bote Dragón y tenemos una gran felicidad. Gracias a todos por la ayuda, gracias por no dejarnos solas", sostuvieron estas mujeres que se ganaron el corazón de la comunidad en base a su lucha, y a su persevarancia en la búsqueda de sus sueños.