

El seleccionado uruguayo Sub-20 logró, por primera vez en su historia, el título mundial de la categoría con un triunfo ante Italia, por 1 a 0, en el estadio Diego Maradona de La Plata.
Cabe destacar que el delantero Luciano Rodríguez fue considerado el héroe de la jornada. El partido contó con 38.297 espectadores y una celebración efusiva.
El seleccionado sudamericano, es el decimotercero en consagrarse campeón de la Sub-20. Según varios analistas, tuvo una actitud e intensidad frente al equipo italiano. De esta manera, los dirigidos por Marcelo Broli fueron superiores durante todo el partido. Por persistencia y tenacidad se quedaron con el título que se les negó en Malasia 1997, frente a la Argentina, y Turquía 2013, ante Francia.
Asimismo, Uruguay dominó la primera parte con posesión de pelota y creó situaciones para abrir el marcador. Su capitán Fabricio Díaz manejó los tiempos de un equipo concentrado, que propuso intensidad y al que le faltó mayor profundidad.
Por su parte, Italia estuvo atento a Franco González, quien por momentos pudo establecerse como la manija uruguaya para la creación de juego, y resistió frente a los intentos de su rival.
Díaz dispuso de dos remates de media distancia que despertaron a los hinchas uruguayos en el Diego Maradona, pero la más clara estuvo en el cabezazo de Anderson Duarte que sacó a relucir los reflejos del arquero Sebastiano Desplanches. El jugador del Vicenza, con una mano, la mandó al córner, cuando iban 22 minutos de juego.
En la segunda parte, "La Celeste" se mantuvo como dueño de la posesión e Italia esbozó una mejoría cuando Casadei logró contacto con la pelota. Uruguay, ya sin tanta claridad en el juego, intentó una vez más con otro remate de Díaz que Desplanches contuvo, sin dar rebote.
Italia daba cuenta de una defensa sólida, sin lujos, pero expeditiva y Uruguay necesitaba precisión para romper esa resistencia. Con el ingreso de Mattia Zanotti, Italia logró proyección por la banda derecha cuando Uruguay entró en una zona de confusión.
En los últimos 15 minutos, la final se hizo ordinaria. La pelota no tuvo dueño, deambuló por el aire y empobreció aún más el nivel del espectáculo.
Uruguay manejó la final hasta el último segundo, sin sobresaltos, para una conquista histórica en tierra argentina.
télam