

Hace algunos días, el intendente municipal Ezequiel Galli llamó, mediante sus redes sociales, a una campaña “limpia”, libre de pasacalles y folletos que “contaminan” visualmente la ciudad. Incluso solicitó al concejal Martín Endere que modifique una ordenanza para garantizar esto. Su medida tuvo repercusiones variadas: hubo quienes recordaron que ya hay dos ordenanzas que trabajan esa medida, y otras miradas acusaron a Galli de hipócrita, ya que sus anteriores campañas no seguían estas premisas que ahora pregona.
Uno de los espacios políticos que se manifestó fue el Partido Obrero en el Frente de Izquierda. Su referente local y pre candidato a intendente, Agustín Mestralet, sostuvo en un comunicado que “ningún vecino o vecina con quienes conversé piensa que la prioridad de la discusión política sea la contaminación visual de los pasacalles o los carteles. La población está preocupada por la incertidumbre económica, el crecimiento de la miseria social y el ajuste que llevan adelante los gobiernos por medio de los tarifazos”.
Respecto al tema de la controversia, apuntó contra otras cuestiones más estructurales y problemáticas en la ciudad: “queremos un municipio limpio, pero para ello hay que tomar el toro por las astas y combatir la contaminación en serio. En primer lugar, la del Arroyo Tapalqué que recibe los efluentes sin tratamiento del relleno sanitario, las aguas servidas de la planta cloacal de Coopelectric o los residuos de las industrias, sobre lo cual no le hemos escuchado una sola palabra al intendente Galli. Por el contrario, su gestión avaló el exorbitante aumento del 246% en la tarifa del servicio sanitario sin exigir ningún cambio en el funcionamiento de la planta depuradora, siendo que existe una denuncia en la justicia por el volcado de desechos cloacales e industriales.”
Y añadió: “Es una verdadera hipocresía de parte del intendente porque en todas las campañas anteriores fue su fuerza la que llenó de carteles y pasacalles la ciudad. Y junto con esto, durante los años que no hay elecciones se valen de la pauta oficial del municipio para meter slogans y hacerse la campaña con los fondos públicos”.
Por último, acusó de antidemocrática la medida tomada por Galli, afirmando que a él lo financian empresarios “como los del consejo de administración de Coopelectric o de las industrias que luego, desde el gobierno, no controla respecto a sus residuos o los vertidos que largan al arroyo”, finalizó.