El Gobierno postergó para enero el próximo aumento de la tarifa de gas

El Gobierno nacional resolvió postergar hasta enero del año próximo el aumento en las tarifas de gas domiciliario que debía regir desde octubre, como parte del paquete de medidas de alivio para compensar el impacto de la devaluación del peso después de las PASO. “El aumento de octubre no lo vamos a hacer y en diciembre tendrá lugar la audiencia pública para aplicarlo recién en enero”, confirmó el secretario de Energía de la Nación, Gustavo Lopetegui.

De esta manera, la suba llegaría con los consumos de enero, que se pagarían en febrero de 2020. En abril, el Ejecutivo había adelantado que no pensaba efectuar nuevas actualizaciones este año. La Revisión Tarifaria Integral (RTI) que el Gobierno firmó con las distribuidoras y transportistas dispone dos aumentos tarifarios por año, en función del Índice de Precios Mayoristas del Indec. Los incrementos deben ser en marzo y octubre y pagarse con las facturas de abril y noviembre.

En 2017, para que la suba no impacte en el calendario electoral, el Ejecutivo corrió la suba para diciembre. Las empresas esperaban que este año ocurra lo mismo. Pero para eso, indicaron fuentes del sector, las audiencias públicas debían celebrarse a fines de octubre, días antes de las elecciones presidenciales del 27.

Ahora, Lopetegui confirmó que en diciembre se efectuarán esas audiencias. Allí, las transportistas y distribuidoras de gas informan el avance de sus planes de inversiones y piden la actualización tarifaria. Luego de unos treinta días, el Enargas dictamina cuál es el incremento otorgado.

Pero además, las distruibuidoras traspasan allí los mayores costos del gas, cuyo precio está dolarizado. En la audiencia, ese costo debería llegar con el impacto de la última devaluación.

En abril, al anunciar el último aumento del 29%, Energía desdobló la suba en tres: 10% desde ese mes, 9,5% desde mayo y 7,5% a partir de junio. Pero, a la vez, dispuso un diferimiento de pago: el 20% de cada factura de los meses fríos se abonará durante los meses más cálidos cuando el consumo de gas -y, por lo tanto, su impacto en los bolsillos- baja.